lunes, 20 de junio de 2011

Empieza la cuenta atrás, ya hemos comido, tenemos todo medio preparado. Uno corre de aquí para allá, acabando de ducharse, el otro sale corriendo de trabajar y pega medio bocado a un bocadillo. Falta algo, ah ya, la gomina, bueno no que no nos pasa el control del aeropuerto, pues, el cargador, los gallumbos, piratas... umm vale lo tengo todo, perfecto. Y andamos camino de El Altet a eso de las 16h30m. No queda nada, ese mes y dos días de espera desde que teníamos el billete en nuestras manos ya daba a su fin, una angustía que llegó con alegría, pero a saber lo rápido que pasarán los días en Italia, mejor pensar en saborear cada momento.

Los papis nos dejan en El Altet, besos, el típico dicho de "avisar cuando lleguéis" o "llevar cuidado". Pasamos el control y ya estamos en otra zona, en el aeropuerto. Todo perfecto, no hay nada malo en las maletas. Entramos a la zona más cara del país, agua de medio litro a 4€, cocacolas a 3€, bocadillos a 5€... aquí rajan a los guiris por todos los lados y ellos tan contentos. El vuelo FR5657 ya está en nuestras mentes, cojemos dirección a la puerta C, cuando me encuentro con María en una tienda, una amiga, el mundo es demasiado pequeño como para encontrar a gente trabajando en un aeropuerto (única manera de saber que trabajaba era viajando). Un café de un euro largo y volando a la puerta de embarque. En ella Gioseppo, Federica y no sé cuantos ás italianos, también un par de españoles... los italianos de vuelta a casa de vacaciones, se les veía demasiado tristes, como a nosortos en 5 días. Aparecen 5 o 6 ragazzas. con la misma camiseta todas, tipo despedida, que aquí en Alicante o Benidorm se habrán de jado la piel de fiesta seguro o quizás otras cosas, menudas pintas.

Cierran la puerta C37 a las 18h08m y nos metemos de los primeros al avión, dentro ya, nos ponemos de los últimos al enterarnos que al aterrizar, se saldrá con prioridad por la puerda de detrás, perfecto. Fer a la ventanilla, como si tuviera 12 años y fuera por primera vez en avión y yo a su lado. De primera vez nada, lleva 5 viajes a Italia en 5 años, yo llevo justo 10 años y 5 días sin volver. Arranca a las 18h39m el Boeing 737 y conforme se van levantando sus aspas la gente se va a sustando, el soporífero momento pasa rápido, ¿sabes qué? que me voy a dormir...zzz... me despierto al rato, al darme cuenta que mi muñeca derecha estaba anesteiada por el peso de mi cabeza... "mira Formentera, o Menorca" dice Fer... al paso rasante encima de unas islas. No queda nada, ¡vamos Italia!

Llegada satistactoria sobre las 20h30m al Galileo Galilei de Pisa, reencuentro de Fernando con su tierra, por así decirlo. Vuelta a Italia, ya era hora para mi, y la piso con el pie derecho, ¡pisando Pisa!. Andamos un pelín a la salida del aeropeurto camino de la parada de bus más cercana, donde llega un bus al momento que tras un intenso recorrido nos lleva al ladito de la Torre de esta gran ciudad. Por el camino, iba a subirse al bus Jaume, un catalán de Palafrugell que venía 5 días como nosotros, amigo de los bambinos y de Fernando, el muy cabrón del conductor lo vio corriendo y justo cuando iba a subir le cerró las puertas, olé sus pelotas. Llamada urgente y nos vemos en casa de estos pero ya, el catalán va a pata, se recorrerá media ciudad, pero llegará antes que nosotros.

Zasssss. bajamos del bus urbano y toda la torre en neustra frente, qué recuerdos, aquí estuve yo con mi calse en 2001, aquí pasé unos ratos que nunca olvidaré... ¡qué bonito! la Piazza dei Miracoli se abría ante nosotros con su espectaculadridad y como no, sus miles de negritos y pàkistanies ganandose la vida, los cuales nos calan rapidisimamnete, españoles? bueno bonito barato. Estos saben demasiado. Fotos y más fotos con un atardecer espectacular, lunes, recién llegados, cinco días por delante, mañana Florencia ¿qué más se puede pedir?

La marcha nos va llevando poco a poco a pasar de la Torre ya con Jame con nosotros. Llegamos a una placita al lado de la muralla de la torre, la plaza de los Sicilianos y con buenp nombre allí viven los "amici". Luca y Andrea Incorvaia y Carmelo Bennicci, con ellos Gioaquino. Nos abren y saludan eufóricos a Fernando, a mi la mano y por sorpresa aparece Jaume, al cual agasajan (vivió un mes con ellos en su casa) y vitorean, menudo catala´n. Tocan el timbre, pero era una amiga... a todos se les encoji´´o el corazón creyendo en otra grata sorpresa (Juanjo) pero esta no llegó. Subimos, tiramos las cosas en nuestra habitacíon. ,maletas, bolsas, ropa... ¡qué calor! y nos vamos acomodando a la casa de los bambinos locos.